¿Sabías que las estrellas de los hoteles no siempre han sido reguladas? Antes de 2016, los mismos hoteles se asignaban una categoría sin ningún tipo de supervisión, ignorando aspectos como calidad, limpieza o seguridad.
Desde entonces, gracias al Sistema de Clasificación Hotelera (SCH) implementado por la Secretaría de Turismo (Sectur), ahora las categorías de los hoteles en México se determinan de forma estandarizada y fiable, brindando a los turistas una guía clara sobre la calidad de los establecimientos de hospedaje. Este sistema utiliza un proceso de autoevaluación regulado que identifica áreas de mejora y garantiza estándares de servicio.
¿Qué significan las estrellas en los hoteles?
Media estrella a estrella y media:
Hospedajes con lo esencial. Ofrecen habitaciones pequeñas y sencillas, equipadas con cama, mesa, silla y baño. Perfecto para viajeros que buscan lo básico.
Dos estrellas a dos y media:
Infraestructura básica con habitaciones más amplias. Ofrecen menús sencillos de alimentos y bebidas, pero con horarios limitados.
Tres estrellas a tres y media:
Instalaciones cómodas y espacios más amplios. Habitaciones con mobiliario adicional como sillones, mesas, televisores, teléfonos y baños mejor equipados.
Cuatro estrellas a cuatro y media:
Ofrecen mayor confort y lujo. Habitaciones decoradas con buen gusto y equipadas con accesorios como plancha, secadora, clóset, televisor con programación premium y opciones de mayor lujo como jacuzzi. Servicios adicionales incluyen lavandería, asistencia a la habitación y centros de negocios.
Cinco estrellas:
Sinónimo de lujo y excelencia. Estas instalaciones incluyen albercas, gimnasios con instructores, personal altamente capacitado, restaurantes gourmet, música en vivo, servicios de guardería, actividades recreativas y más. Diseñados para una experiencia excepcional.
Cuando viajes, no olvides preparar tu set de maletas con todo lo necesario para disfrutar cómodamente de tu experiencia de hospedaje.
Ocho ejes clave en la clasificación hotelera:
-
Ambiente:
El ambiente del hotel debe proporcionar una experiencia sensorial agradable, con iluminación adecuada, orden y un uso eficiente del espacio. -
Habitación:
El espacio más importante para el huésped debe estar limpio, cómodo, bien iluminado y aislado del ruido para garantizar un buen descanso. -
Producto:
El alojamiento incluye más que la habitación: restaurantes, salas de reuniones y áreas recreativas. La calidad de estos espacios es fundamental para la experiencia del cliente. -
Comunicación:
Es esencial que los huéspedes tengan acceso a materiales informativos sobre servicios, instalaciones, actividades turísticas y medios de transporte. -
Alimentos y bebidas:
La oferta gastronómica debe ser variada y de calidad. Los horarios, la especialización culinaria y los estándares en la preparación son clave. -
Instalaciones:
Se evalúa el mantenimiento y la cantidad de áreas como jardines, piscinas, instalaciones deportivas, salones para eventos, estacionamientos y elevadores. -
Vocación del hotel:
El sistema reconoce las especialidades de cada hotel, adaptando la clasificación según su enfoque (negocios, turismo, familiar, etc.). -
Personal de servicio:
La calidad del personal se refleja en la calidez, profesionalismo y efectividad de quienes atienden en recepción, preparan alimentos y limpian habitaciones.