Espita: el esplendor colonial de Yucatán y un viaje ligero al pasado

En el corazón del estado de Yucatán, Espita conserva la elegancia del pasado colonial con una identidad única que mezcla historia, cultura viva y tradiciones profundamente arraigadas. Caminar por sus calles, rodeadas de majestuosos edificios y ecos del siglo XIX, es como viajar en el tiempo… pero para disfrutarlo al máximo, lo mejor es llevar contigo una mochila ligera que te permita moverte con comodidad mientras exploras cada rincón del pueblo.

Entre iglesias, estaciones y poesía

La Iglesia de San José, uno de los tesoros más icónicos de Espita, destaca por su sobriedad franciscana y sus torres imponentes. Fue construida en el siglo XVII, pero ha sobrevivido incendios, derrumbes e incluso su transformación en cuartel militar durante la Revolución. Hoy, sigue en pie como símbolo de la resistencia y fe del pueblo espiteño.

Muy cerca se encuentra el Palacio Municipal, tan fotogénico como lleno de historia, y la antigua estación del ferrocarril, testigo del auge henequenero. Restaurada y ahora conocida como Casa de la Cultura “La Atenas de Yucatán”, es un centro artístico donde se imparten talleres, se presentan exposiciones y se celebran las tradiciones locales.

Llevar una mochila ligera será tu mejor decisión si planeas recorrer estos espacios, ya que te permitirá llevar lo esencial: cámara, agua, sombrero y quizá una libreta para anotar todo lo que aprenderás en esta joya cultural del sureste.

Sabores que cuentan historias

No puedes visitar Espita sin disfrutar de su cocina local. El mondongo, la chaya con huevo o el pipián de venado son platillos que aún se cocinan como antaño. El lugar ideal para probarlos es el Mercado Municipal Juan José Méndez, inaugurado en 1906, donde también encontrarás artesanías, frutas, especias y el ambiente auténtico de un pueblo orgulloso de su identidad.

Caminatas entre parques, letras gigantes y ruinas mayas

Otro punto imprescindible es el Parque Melchor Ocampo, un espacio arbolado y lleno de detalles fotogénicos como las sillas confidentes gigantes, el corazón para enamorados o las coloridas letras del nombre del pueblo. Por las tardes, el parque se llena de vida con puestos de marquesitas, globos, helados y música en vivo.

Y si te interesa el pasado maya, cerca de Espita se encuentran las ruinas de Tahcabo, un sitio arqueológico milenario que incluye un antiguo múul, una rejollada con ecosistema propio, un cenote y los restos cubiertos por la selva de una iglesia destruida durante la Guerra de Castas.

Empaca historia y cultura, sin peso de más

Viajar a Espita no requiere equipaje pesado. Con una mochila ligera, puedes cargar solo lo esencial y disfrutar cada experiencia con libertad. Desde recorrer el mercado, explorar la estación del tren restaurada o aventurarte a las ruinas mayas, este Pueblo Mágico es el destino perfecto para quienes buscan autenticidad, historia y belleza arquitectónica sin complicaciones.

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