Conoce la diferencia entre ellas y sé un consumidor informado. A menudo, los proveedores utilizan indistintamente las palabras "oferta" y "promoción" en su publicidad. Sin embargo, estos términos representan prácticas comerciales distintas. Entender sus diferencias te ayudará a tomar decisiones más informadas.
¿Qué diferencia hay entre una oferta y una promoción?
Oferta
Cuando un anuncio incluye palabras como: “oferta”, “barata”, “descuento”, “remate” o cualquier expresión similar, se refiere a productos o servicios de la misma calidad, ofrecidos al público a precios inferiores a los normales del establecimiento.
Promoción
Se habla de promoción cuando se ofrecen productos o servicios bajo alguna de las siguientes condiciones:
- Proporcionar adicionalmente otro bien o servicio, igual o diferente, de manera gratuita, a precio reducido o a un solo precio.
- Incluir contenido adicional en la presentación habitual de un producto, ya sea gratuito o con precio reducido.
- Presentar figuras o leyendas impresas en tapas, etiquetas o envases, distintas a las obligatorias.
- Ofrecer bienes o servicios con el incentivo de participar en sorteos, concursos u otros eventos similares.
¡Que el proveedor no se aproveche de ti!
Para protegerte, los proveedores deben informarte claramente sobre:
- Las condiciones aplicables para cada oferta o promoción.
- El plazo de duración o el volumen de los bienes o servicios disponibles.
Fíjate en la vigencia
Si no se especifica un plazo o volumen, se presume que la oferta o promoción es indefinida hasta que se comunique públicamente su revocación, utilizando los mismos medios de difusión. Durante su vigencia, tienes derecho a exigir su cumplimiento.
Conoce tus derechos
Si un proveedor no cumple con lo ofrecido, tienes derecho a:
- Exigir el cumplimiento: Solicitar que se respete la oferta o promoción.
- Compensación económica: Si no se cumple, recibirás la diferencia económica entre el precio promocionado y el precio normal.
- Bonificación adicional: Además, tendrás derecho a una bonificación o compensación que no podrá ser menor al 20% del precio pagado.
Recuerda, estar informado te empodera como consumidor. Diferenciar entre ofertas y promociones te permite tomar decisiones más acertadas y exigir tus derechos cuando sea necesario.