En el corazón de la Mixteca oaxaqueña, San Pedro y San Pablo Teposcolula se alza bajo un cielo que parece posarse sobre su imponente convento dominico. Este Pueblo Mágico no es solo un destino arquitectónico, es una experiencia donde la historia se respira en sus calles empedradas, en sus sabores tradicionales y en el cálido trato de su gente.
Conjunto conventual: arte, luz y piedra viva
El ex convento dominico, levantado en el siglo XVI, es una joya de la arquitectura virreinal. Su monumental capilla abierta, la más grande de América Latina, fue construida para la evangelización indígena. Las columnas salomónicas de la Capilla de Santa Gertrudis, su confesionario tallado en una sola pieza de madera, y el retablo churrigueresco del altar mayor hablan del arte tequitqui, donde las formas europeas se funden con el simbolismo indígena.
Entre muros de cantera rosa y blanca, el templo guarda un órgano monumental y la imagen del Señor de las Vidrieras, figura central de la devoción local.
Casa de la Cacica: transición entre mundos
Este edificio, que fuera la residencia de la última reina mixteca, es símbolo del mestizaje arquitectónico. Conviven arcos de medio punto y balcones españoles con motivos decorativos indígenas. Hoy es biblioteca y centro cultural, un lugar para entender cómo los espacios antiguos pueden adquirir nueva vida sin perder su identidad.
Cerro Viejo y Códice de Yucunama
Sobre el cerro de Pueblo Viejo descansan los vestigios de un cacicazgo mixteco: juego de pelota, plazas y complejos residenciales. A los pies, el pequeño museo del pueblo resguarda piezas arqueológicas y el valioso Códice de Yucunama, testigo de una memoria visual prehispánica.
Sabores de tierra mixteca
En el Parque Municipal puedes probar tamales con hoja de totomoste, mole amarillo, chiles rellenos, pozole espeso con yerba santa, y terminar con un agua de chilacayote o un curado de aguardiente. Teposcolula alimenta con historia… y con cocina.
Ingeniería colonial: El Alarcón y La Alcantarilla
Teposcolula fue pionero en infraestructura hidráulica durante la Colonia. El Alarcón y La Alcantarilla son vestigios de una red de estanques y acueductos que abastecieron al pueblo por siglos. Estas obras, junto con otras construcciones civiles y religiosas, le dieron al pueblo el título de Zona de Monumentos Históricos.
¿Qué llevar a Teposcolula?
Este es un viaje donde caminarás entre callejones históricos y cargarás con libros, textiles y productos locales. Lo ideal es una maleta de tela o un carry on de tela: ligera, resistente, flexible para adaptarse a espacios irregulares y con estilo suficiente para un entorno colonial. Es el tipo de equipaje que se mueve contigo sin estorbar, ideal para descubrir tanto la historia como los sabores de este lugar.