La leche y las frutas podrían causarte malestares por los azúcares que contienen.
La glucosa facilita la absorción de la fructosa.
¿Qué es la fructosa?
La fructosa es un azúcar simple que se puede encontrar de manera natural en las frutas y se ingiere principalmente en forma de sacarosa; también se encuentra en alimentos procesados en los que ha sido añadido.
Este padecimiento depende de la cantidad y concentración de fructosa ingerida, debe valorarse individualmente ya que varía en cada persona.
Intolerancia o malabsorción a la fructosa
La fructosa debe ser absorbida por las células intestinales y metabolizada por nuestro organismo para poder ser utilizada, así que cuando hay un problema en su absorción o metabolización es cuando surge la intolerancia a la fructosa.
Se trata de un padecimiento de nuevo diagnóstico, por lo que actualmente existe cierto desconocimiento sobre el mismo.
Esta intolerancia se debe a la dificultad para metabolizar la fructosa en el intestino delgado, por lo que no se asimila y pasa al intestino grueso, donde causa flatulencias y otras molestias.
Fíjate en lo que consumes
El problema no es solo la fructosa que se encuentra en las frutas, jugos y néctares, sino también en la cantidad excesiva que llegues a ingerir al consumir otros productos que contienen azúcar, como los refrescos y dulces.
Síntomas
Dependen de la cantidad ingerida y del nivel de tolerancia de cada persona. Algunos de ellos son:
- Molestias digestivas
- Flatulencias
- Dolor e hinchazón abdominal
- Diarreas
Otra afectación
Se ha demostrado que el intestino irritado por la fructosa no es capaz de extraer el triptófano, aminoácido necesario para la producción y mantenimiento de las proteínas, músculos, enzimas y neurotransmisores del cuerpo, de los alimentos.
Esto ocasiona que el cuerpo no sintetice la serotonina. La deficiencia de este neurotransmisor se asocia a la depresión y a una apetencia desmedida por los dulces.
Recomendaciones
Si tienes una malabsorción de fructosa, sigue estas recomendaciones para evitar las molestias que la acompañan:
- Con la intolerancia a la fructosa se deberá seguir una dieta baja en este azúcar.
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Ojo con los jugos y néctares de fruta. Los jugos de fruta son ricos en fructosa, sobre todo el de:
- Manzana: 14 g.
- Pera: 13 g.
- Mango: 13 g.
- Piña: 12 g.
- No consumas más de 35 g. Rebasar esta cantidad implica que consumas, por ejemplo, una manzana, un café con dos cucharaditas de azúcar y un refresco.
- Mezcla con verduras. Si combinas el jugo de fruta con el de verduras aumentarás la proporción de fibra y reducirás la velocidad de asimilación de los azúcares.
- Opta por endulzantes alternativos. La estevia es un endulzante natural libre de fructosa.
Si consideras que presentas síntomas de intolerancia a la fructosa, acude con un médico para que te haga una revisión y pueda darte un diagnóstico.
