Mazunte, en el litoral oaxaqueño, no solo es playa: es una invitación a reconectar con la tierra, el mar y uno mismo. Aquí, las construcciones respetan su entorno con techos de palma, muros de adobe y madera. El oleaje tibio y constante acaricia los pies como una bienvenida silenciosa, mientras las estrellas se preparan para ser testigos de un milagro natural: el arribo de las tortugas.
El motivo: un destino ecológico por naturaleza
De junio a diciembre, cientos de tortugas golfina llegan a las playas de Mazunte a desovar, siguiendo ciclos lunares que sólo ellas conocen. También se avistan ejemplares de las especies prieta, laúd y carey. Presenciar ese momento íntimo, silencioso y ancestral es una de las experiencias más emocionantes que puedes vivir cerca del mar.
Momentos imprescindibles en Mazunte
- Centro Mexicano de la Tortuga: un espacio donde la conservación se convierte en aprendizaje y respeto. Aquí verás especies marinas, terrestres y de agua dulce, y conocerás cómo se protegen desde sus huevos hasta su liberación.
- Vive el Cocodrilario en La Ventanilla: conoce especies en peligro de extinción y apoya proyectos comunitarios de conservación.
- Clase de Hridaya Hatha Yoga: experimenta la espiritualidad a través del cuerpo y el silencio.
- Camina hasta Punta Cometa, el punto más saliente del Pacífico mexicano. Desde ahí, los atardeceres tienen un misticismo único que parece abrir el corazón del mar.
Playas que no puedes perderte
Mazunte te ofrece una colección de joyas costeras: Mermejita, San Agustinillo, La Escobilla, La Ventanilla, Cerro Sagrado y otras más. Cada una tiene su ritmo, su encanto y su propio equilibrio entre calma y fuerza marina.
Qué llevar a Mazunte
Viajar a Mazunte requiere equipaje funcional, resistente y ligero. Aquí todo es rústico, ecológico y muchas veces sin caminos pavimentados, por eso lo ideal es una maleta de mano rígida. Te protegerá de la arena, la humedad y los trayectos movidos. Además, su tamaño es perfecto para una escapada de pocos días sin cargar de más.
Más que un viaje, un regreso a lo esencial
En Mazunte se duerme en tipis, se desayuna con productos orgánicos, se medita en silencio y se aprende a convivir con el ritmo de la naturaleza. Este no es un destino para los que buscan lujos, sino para quienes valoran la autenticidad, la calma y el poder transformador del entorno.
Aquí las tortugas vuelven cada año. Tal vez tú también lo harás.