Enclavada en la región de las Altas Montañas, Orizaba es un Pueblo Mágico que combina arquitectura colonial, paisajes impresionantes y actividades al aire libre para todo tipo de viajero. Llamada por los antiguos náhuatl “Ahuilizapan”, el lugar de las aguas alegres, es un sitio que vibra entre el arte, la historia y la naturaleza viva.
Un palacio que desafía lo ordinario
Uno de sus mayores orgullos es el Palacio de Hierro, diseñado por Gustave Eiffel, el mismo creador de la famosa torre parisina. Es el único edificio art nouveau de hierro en México, completamente desarmable, y hoy alberga el Museo de la Cerveza, donde puedes disfrutar una bebida mientras admiras su estructura metálica única.
Aventura natural para exploradores de verdad
Si eres de los que viaja con tenis cómodos y ganas de moverse, Orizaba te ofrece escenarios que exigen llevar una buena mochila deportiva. Estas son algunas de las paradas obligadas:
- Sendero Ecoturístico Palo Verde: rapel, caminatas y vistas espectaculares desde la Piedra del Águila, a más de 130 metros de altura.
- Parque Nacional 500 Escalones: tirolesa de 120 metros sobre el Río Blanco, cascada del Elefante y rutas entre selva, aves y aire puro.
- Cerro del Borrego: ideal para subir a pie o en teleférico y recorrer su museo histórico, comer algo en el restaurante y lanzarte en una tirolesa de 250 metros.
- Pico de Orizaba: la cumbre más alta de México. A sus pies, te esperan rutas para senderismo, ciclismo y observación de flora y fauna únicas.
- Tobogán de la Montaña: adrenalina controlada, donde puedes acelerar o frenar mientras desciendes a 40 km/h entre paisajes de bosque.
Todo este movimiento requiere equipaje resistente, práctico y fácil de cargar. Las maletas deportivas son ideales para este tipo de viajes: amplias, ligeras, con espacio para ropa de montaña, snacks, termos, equipo de aventura y lo que vayas recolectando durante el camino.
Cultura que se camina
La ribera del río Orizaba es un paseo de 5 km lleno de puentes coloniales, esculturas, murales, árboles y juegos. Puedes terminar en la Reserva Animal, donde verás osos, tigres y venados, o en el Paseo del Arte, con obras de artistas locales.
No olvides visitar:
- La Catedral de San Miguel Arcángel, con su reloj parisino de 1864.
- El Exconvento de San Juan de la Cruz, de estilo churrigueresco.
- La Iglesia de Santa Gertrudis, con su venerada imagen del Niño Milagroso.
- El Museo Geográfico y los túneles del Exconvento de la Soledad, llenos de historia.
Sabor de montaña
Empieza el día con una “picardía orizabeña” —licor de café, leche condensada y espresso— en el Gran Café de Orizaba. Y no dejes de probar los pambazos de carne polaca, el chileatole, los tamales cernidos, picaditas, molotes y memelas. Cada bocado, como cada calle de Orizaba, cuenta una historia.
Consejo viajero: Si tu plan es moverte, recorrer, subir y bajar... cambia la maleta con ruedas por una mochila resistente, cómoda y flexible. Una maleta deportiva será tu mejor compañera para conquistar este Pueblo Mágico que mezcla aventura y tradición a cada paso.