Tlatlauquitepec, en el corazón de la Sierra Norte de Puebla, es un destino lleno de magia, naturaleza y aire limpio. Entre sus calles tranquilas y sus montañas que parecen arder al atardecer, este Pueblo Mágico ofrece experiencias únicas para los amantes del ecoturismo, la espeleología, el ciclismo de montaña y el senderismo extremo.
Para explorar sus tesoros naturales sin contratiempos, necesitas el equipo adecuado. Y en este tipo de travesías, una mochila militar se convierte en tu mejor aliada. No solo por su resistencia, sino por su capacidad de adaptación a terrenos difíciles y climas cambiantes.
Cascada de Puxtla: una ruta de resistencia
Uno de los recorridos más emblemáticos es el sendero hacia la Cascada de Puxtla, también conocida como "la del siete" por su ubicación en el kilómetro 7 de la carretera Tlatlauquitepec-Mazatepec. Sus caídas de agua —de entre 40 y 70 metros— forman un espectáculo natural que exige un buen esfuerzo físico y equipo confiable.
Para cargar tus provisiones, agua, cámara y artículos personales durante la caminata, una mochila de uso rudo es esencial. Las condiciones del sendero requieren un modelo robusto, con múltiples compartimentos y ajuste ergonómico.
Cerro Cabezón: tirolesas, cuevas y ciclismo de montaña
Tlatlauquitepec significa en náhuatl “cerro que colorea o arde”, en alusión al Cerro Cabezón, una imponente formación caliza donde se practican tirolesas (de 80, 150 y 200 metros), espeleología y ciclismo de montaña.
Los recorridos por este cerro incluyen grutas, caminos entre oyameles y pozas naturales como la Poza Verde. Aquí, una mochila militar se convierte en una herramienta práctica y resistente, diseñada para aguantar condiciones extremas y ofrecer estabilidad incluso con carga pesada.
Presa de la Soledad: rapel y paseos en lancha
A tan solo 22 kilómetros, la Presa de la Soledad ofrece un escenario ideal para los más aventureros. Se puede practicar rapel en el puente colgante o en la cascada del Tenaxate, mientras que el embarcadero permite paseos tranquilos en lancha entre garzas y bambús.
La humedad del bosque mesófilo, los cambios de temperatura y el terreno irregular hacen indispensable llevar una mochila que soporte todo: humedad, fricción, lodo y peso. Una mochila de uso rudo está pensada para este tipo de condiciones: impermeable, reforzada y con diseño táctico.
Café, Yolixpa y sabores tradicionales
Después de una jornada intensa, Tlatlauquitepec también ofrece descanso y sabores reconfortantes. En el mercado y en los restaurantes locales puedes probar:
- Tlayoyos rellenos de alverjón con hoja de aguacate.
- Totole, el tradicional mole de guajolote.
- El chilpozontle, guiso de carne y verduras.
- Higos cristalizados, gaznates y café orgánico de Mazatepec.
Y por supuesto, no puede faltar la Yolixpa, licor típico de la región elaborado con hierbas medicinales.