En México, nos gusta pagar con efectivo. Solo alrededor del 22% de los pagos al consumo se realizan mediante medios electrónicos o tarjetas de débito o crédito. Esta cifra baja representa una gran oportunidad para las instituciones bancarias y de tecnología financiera.
“Hay una capacidad de penetración muy alta”, afirma Mauricio Schwartzmann, Country Manager de Mastercard México. “Y eso hace que, hoy en día, para Michael Miebach, nuestro CEO, y para Andrea Scerch, presidente de Latinoamérica, México sea una de las principales oportunidades en el mundo. Cero presión para nosotros”, bromea.
No es que pagar con efectivo sea malo (“es aceptado en todos lados y funciona”, señala el directivo), pero tiene ciertos costos sociales. “El primero es que no dejas datos ni se pueden medir comportamientos o preferencias. Por ende, no te están ofreciendo los mejores productos ni el mejor crédito. No hay competencia entre las instituciones”, explica Schwartzmann.
Modernización para dejar atrás el efectivo
La tecnología avanza para convencer a la gente de migrar hacia pagos digitales. Herramientas como terminales y tarjetas contactless han mejorado la experiencia del usuario. Según previsiones de Mastercard, el uso de pagos electrónicos, que alcanzó un 7% en 2023, rozó el 20% en 2024.
Al igual que muchas personas cargan en su día a día una cartera para hombre para guardar efectivo y tarjetas, la transformación hacia los pagos digitales busca que los mexicanos confíen más en los métodos electrónicos, donde la seguridad y la comodidad son factores clave.
Digitalizar a las PYMES: Un gran reto
Las pequeñas y medianas empresas (pymes), que representan más del 99% de las compañías en el país, son el foco principal para lograr esta transformación. Según Schwartzmann, el costo de adquisición y la creación de una propuesta de valor efectiva no eran tareas fáciles en el pasado. Sin embargo, hoy en día, las instituciones financieras y las fintech en México están enfocadas en soluciones para pymes, como nómina digital y aceptación de pagos electrónicos.
La economía informal también juega un papel crucial, ya que representa el 24.4% del PIB según el INEGI. La llegada de agregadores como Clip ha impulsado el uso de tarjetas en comercios. De hecho, el número de establecimientos que aceptan esta forma de pago aumentó del 22% en 2014 al 45% en 2022.
Una región llena de oportunidades
América Latina es un mercado con enorme potencial para pagos digitales. Raj Seshadri, directora global de Pagos Comerciales de Mastercard, señala que tres de cada cuatro pymes en la región manejan efectivo, y muchas remesas aún se recogen en efectivo. “La oportunidad es enorme. Parte de ella es lograr que las pymes se incorporen a la economía formal y accedan a la banca digital mediante smartphones, que ya tienen alta penetración”, comenta.
Aunque pensar en un mundo sin efectivo es complejo, ejemplos como Chile, donde los pagos digitales han superado el 65% de penetración, demuestran que es posible. Schwartzmann subraya que el objetivo no es eliminar el efectivo, sino alcanzar un equilibrio en el que más del 50% de las transacciones sean digitales, beneficiando a usuarios y comercios por igual.
La clave para este cambio está en ofrecer valor, educar financieramente y garantizar que los pagos sean seguros, rápidos y accesibles para todos.
POR: Puri Lucena
Referencia: Revista Expansión, Enero 2025